¿Cómo empezar a cuidar mi piel? Reconoce los pasos primordiales de una rutina de cuidado.

¿Cómo empezar a cuidar mi piel? Reconoce los pasos primordiales de una rutina de cuidado.
Te interesa comenzar a cuidar tu piel, pero ¿no sabes por dónde partir? Aquí te guiamos con los productos que están disponibles en el mercado y su función.
Una rutina minimalista se basa en 3 conceptos fundamentales: limpieza, hidratación y protección solar.

  1. LIMPIEZA

    Siendo el primer paso de una rutina, la limpieza se encarga de remover maquillaje, contaminación, entre otros, dejando tu piel como un "lienzo en blanco” para poder recibir el resto de los productos de tu rutina

    La limpieza es esencial para mantener la salud de tu piel, y evitar uno de los factores que favorece el envejecimiento: la acumulación de los radicales libres. Estos, a largo plazo facilitan la aparición de arruguitas, también causan cambios en la textura y luminosidad de la piel.

    Podemos diferenciar los tipos de limpiadores en dos:

    Limpiadores oleosos: Se encargan de remover maquillaje a prueba de agua, protectores solares y suciedad en la piel. Es gentil con la barrera natural de la piel y ayuda a mantener los poros limpios. Se puede encontrar en su mayoría en formato bálsamo y aceite. Es el primer paso en nuestra rutina nocturna.

    Limpiadores acuosos: Ayudan a remover sebo, sudor y cualquier otro resto que quede de la limpieza oleosa. Dependiendo del tipo de piel, puede utilizarse de día y de noche. Es importante elegir un limpiador adecuado a nuestro tipo de piel, que no la deja tirante y que limpie lo suficiente sin interceder demasiado en nuestra barrera protectora de la piel. Existen en muchos formatos, los más populares son en formato de gel y espuma.


  2. HIDRATACIÓN: Barrera natural de la piel es un concepto que repetimos constantemente al momento de hablar del cuidado de la piel; en resumidas cuentas la barrera natural se encarga de proteger tu piel de los agresores externos, como son la contaminación, alérgenos, entre otros. También vela por retener la hidratación de tu piel. Cuando esta barrera se ve alterada, la piel se ve comprometida de distintas maneras: desde una evaporación más rápida del agua de la piel, a piel opaca, parches secos, pérdida de elasticidad, hasta irritación y otros efectos en casos más prolongados y severos. Dicho esto, la hidratación es importantísima para asistir en la salud de tu piel. Se convierte en un compañero de tu barrera natural, ayudando a aportar, darle un empuje y retener la hidratación en tu piel por más tiempo.

    Para empezar una rutina es suficiente con elegir dos artículos de esta categoría. Luego puedes implementar más si lo crees necesario, pero tomándote tiempo para que tu piel reconozca los productos y reconocer si reacciona ante ellos.
Dentro de la hidratación puedes encontrar los siguientes productos:
1.Tónicos Hidratantes:
Se encargan de devolver hidratación a la piel luego del lavado del rostro.Otorgan una sensación de turgencia y su uso es de día y noche.
No confundir con los tónicos balanceantes y tónicos exfoliantes,estos ayudan a remover células muertas, retirar y equilibrar la producción de sebo, mejorar la apariencia de poros ocluidos.
2.Esencias:
Es un intermedio entre tónico y sérum, dependiendo de sus ingredientes, es un líquido de textura ligera que ayuda a mejorar la absorción de productos, iluminar, mejorar la hidratación, entre otras necesidades.
3.Serums/ Mascarillas de papel:
Es un fluido de ingredientes concentrados para trabajar en una necesidad en particular, las cuales pueden ser por ejemplo: hidratación, luminosidad, manchas, poros dilatados, etc.
Las mascarillas de papel vienen a ser una máscara completamente empapada de serum y estas sirven para revitalizar la piel y darles un “boost” ya sea hidratar, iluminar o purificar en pocos minutos.
Los serums pueden ser usados diariamente, las mascarillas de papel son de un solo uso y se pueden utilizar cada vez que se estimen necesario, más no son necesarias para uso diario.
4.Cremas:
Asisten en la humectación de la piel,reteniendo el agua, existen variedades de texturas dependiendo del tipo de piel que se tenga:
-Pieles secas: Priorizar texturas más densas con ingredientes humectantes, ceramidas e ingredientes para pieles opacas y deshidratadas.
-Pieles mixtas: Buscar texturas intermedias que te sean cómodas de usar, que sea lo suficientemente hidratante para las zonas secas de tu piel, pero que no sea demasiado pesada para tu zona T.
-Pieles grasas: Las texturas ligeras o las tipo gel son las mejores opciones,también existen las emulsiones,que son una versión muy ligera de las cremas, con textura parecida a la leche.
-Pieles con tendencia al acné: Se debe identificar tu tipo de piel y evitar productos muy densos ya que en poros muy pequeños pueden ocluirlos y generar más granitos. Priorizar ingredientes calmantes e hidratantes.
-Pieles sensibles: Es muy importante aprender a leer las etiquetas, y reconocer qué ingredientes tienden a molestar y/o generar alergias ya que cada piel sensible es distinta. Se puede identificar rápidamente haciendo un test de alergias con un doctor. Evitar las fragancias dentro de lo posible, exfoliantes que requieran frotar mucho y los productos con concentraciones muy altas,específicamente serums de vitamina C, niacinamida, retinol y retinoides, exfoliantes químicos (AHA,BHA,PHA,ABP,etc) estos deben ser tratados con mucho cuidado, con supervisión y adaptando la piel observando la tolerancia a ellos con concentraciones más bajas previamente.
Puedes probar tu tolerancia a los productos colocándolos detrás de tu oreja y en tu muñeca, si tu piel presenta picazón o reacciona de alguna manera fuera de lo normal, no puedes utilizar ese producto en tu rostro.
Buscar cremas que contengan ingredientes calmantes e hidratantes.
3. PROTECCIÓN SOLAR
Denominado “El verdadero producto anti-age” el protector solar es uno de los pasos más importantes de la rutina, los rayos solares son los causantes de muchos problemas a la piel como son la inflamación, las manchitas y al acumularse en la piel nos vuelven más propensos a tener arrugas, piel opaca, seca, con textura y menos elástica. Su re- aplicación debe ser constante, idealmente cada 2 horas.
Al momento de comprar un protector solar se debe buscar una textura y acabado que nos sea cómodos,y que sea apto para nuestro tipo de piel, así será más sencillo incorporarlo como un hábito.
Podemos clasificar los protectores solares en 2 tipos : protectores minerales y protectores químicos.
Protectores minerales: Es el clásico protector solar que deja la piel blanca al aplicarlo. Es ideal para pieles sensibles .
Actúan reflejando la radiación y permanecen en la superficie de la piel. Suelen ser de textura pesada, pero las formulaciones han ido mejorando pudiéndose encontrar productos con texturas más cómodas.
Puedes encontrarlos como Zinc Oxide (óxido de zinc) y Titanium Dioxide (Dióxido de Titanio) en la lista de ingredientes.
Protectores químicos:
Son de texturas más ligeras y son la mejor opción para las pieles mixtas a grasas.
Este tipo de protector absorbe los rayos UV y los convierte en calor. Requiere una aplicación más frecuente ya que se va “oxidando” a medida que pasa el tiempo.
Para las pieles sensibles este tipo de protector puede molestar y/o irritar,pero esto depende de los ingredientes que contenga y el nivel de tolerancia de nuestra piel, actualmente existen protectores químicos con fórmulas aptas para pieles sensibles, por lo que recomendamos buscar entre distintas opciones hasta dar con un protector solar que te guste.
Los nombres más comunes en la lista de ingredientes son: Oxybenzone (Oxibenzona) ,Octocrylene (Octocrileno).Homosalate,Avobenzone,Octisalate,Octinoxate (Ethylhexyl Methoxycinnamate),Oxybenzone/Benzophenone 3.
Este ha sido el resumen a gran escala de los productos con los que puedes iniciar una rutina. No es necesario empezar con todos,pero es importante comenzar una rutina con un limpiador adecuado para tu tipo de piel, un tónico hidratante, crema y protección solar.
También existen otros productos los cuales profundizaremos más adelante debido a que no son del todo indispensables al empezar una rutina, requieren mayor cuidado y profundización sobre ellos: exfoliantes (fisico y quimico) y contorno de ojos.